Tradicionalmente, la salvia se utiliza en infusión para combatir el resfriado común, ya que tiene propiedades desinfectantes y expectorantes.
Los antiguos griegos y romanos dedicaban la salvia al dios Zeus. La utilizaban con fines medicinales, con referencias a sus cualidades por parte de Hipócrates, Dioscórides, Galinio y Aecio, que afirmaban que era un estimulante del cuerpo y el espíritu y una cura contra las mordeduras de serpiente. En la antigua Grecia creían que la salvia mejoraba la fertilidad y las mujeres solían beberla cuando sus maridos regresaban de la batalla.
Cocina
La salvia tiene un sabor picante y se utiliza para condimentar platos basados principalmente en carnes oscuras como cerdo, venado, ternera y embutidos pero también podemos utilizarla en tartas, sopas, aves, pescados y pasta. Se puede combinar magníficamente con el romero y para dar un aroma diferente al aceite de oliva y al vinagre. Debemos tener cuidado al utilizarla, ya que debido a su fuerte sabor es fácil que resulte excesiva en nuestro plato. Por último la salvia se puede utilizar para hacer excelentes bebidas sobre todo combinada con melisa, menta o frutas.
Propiedades tradicionales
Tradicionalmente la salvia se utiliza en infusión para combatir el resfriado común ya que tiene propiedades desinfectantes y expectorantes. Dichas propiedades la hacen útil contra las infecciones y lesiones bucales, como aftas orales, faringitis y gingivitis, especialmente cuando se utiliza como gárgaras en combinación con vinagre de sidra de manzana. Se le atribuyen propiedades diuréticas que ayudan a la memoria, alivian los problemas estomacales e intestinales y la sudoración intensa.
La bebida debe evitarse durante el embarazo y por las personas que padecen epilepsia.
La bebida debe evitarse durante el embarazo y por las personas que padecen epilepsia.