Tradicionalmente, la menta se utiliza en infusión contra el resfriado común, la laringitis y podemos inhalarla para combatir la congestión nasal, ya que es rica en el compuesto orgánico natural mentol.
La menta piperita se utilizaba en la antigua Grecia, donde solían frotarla en sus mesas cuando esperaban invitados. Su nombre latino Mentha, proviene del antiguo mito griego de la ninfa Minthi de la que Plutón se enamoró y Perséfone convirtió en planta por celos. Plutón incapaz de darle la espalda, le dio la fragancia que conocemos para endulzar el aire a su alrededor. La menta piperita es un híbrido natural de menta acuática y menta verde que fue descrito por primera vez en 1753 por Carl Linnaeus.
Cocina
La menta piperita tiene un característico sabor refrescante y a pimienta. Como condimento podemos utilizarla en arroces, verduras, ensaladas, adobos para pescados, pasta, salsas, sopas y siempre puedes probar la clásica receta inglesa de cordero con salsa de menta. Hay que tener cuidado al cocinarla, ya que hay que añadirla hacia el final, de lo contrario perderá su sabor. La menta también se puede utilizar para postres, licores y bebidas refrescantes.
Propiedades tradicionales
Tradicionalmente la menta se utiliza como infusión contra el resfriado común, la laringitis y podemos inhalarla para combatir la congestión nasal ya que es rica en el compuesto orgánico natural mentol. Es estimulante, afrodisíaca y la sensación de frío que provoca acelera el metabolismo especialmente cuando se extiende por el cuerpo. Debido a sus cualidades relajantes musculares, la menta puede ayudarnos contra los trastornos gastrointestinales, la ansiedad, pero también contra los ciclos menstruales irregulares y los dolores.
La menta es un estimulante de la circulación sanguínea.